A veces no comprendo mi rodar por el mundo Este medir la tierra, y el camino, y el mar. Esto que siento simple, se ha tornado profundo. Voz que ordena mi paso,mas alla, mas alla. Hasta donde conozco soy un ser son marinos. Gentes sin pasos largos ni fronteras vencidas. Manos que aprisionaron un suenio campesino de melgas y picanas, y relinchos, y bridas. Por que admiro vastanios, y encinas, y hondos mares Y aquel idioma extranio, y el violin que agoniza. Si una barbara lengua de pampa y trebolares me dio a beber guitarras que se hicieron ceniza. De donde llega, entonces, la aventura del viaje, si nada ha estado lejos,-quiza una cordillera-, Y esta dulce mentira de mudar los paisajes que son siempre los mismos: Inviernos, primaveras. A veces no comprendo poque camino tanto Si no he de hallar la sombra que el corazon ansia Quiza un profundo acorde, profundo como un llanto He de escuchar un dia. He de escuchar un dia.... de Atahualpa Yupanqui, de un librito titulado "El payador perseguido" Paris, 1970