Hombres necios ...

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Hombres necios que acusais
a la mujer sin razon,
sin ver que sois la ocasion
de lo mismo que culpais;

si con ansia sin igual
solicitais su desden,
por que quereis que obren bien
si las incitais al mal ?

Combatis su resistencia,
y luego con gravedad
decis que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
al ni~no que pone el coco,
y luego le tiene miedo.

Quereis con presuncion necia
hallar a la que buscais,
para pretendida, Thais,
y en la posesion, Lucrecia.

Que humor puede ser mas raro,
que el que falto de consejo
el mismo empa~na el espejo
y siente que no este claro ?

Con el favor y el desden
teneis condicion igual,
quejandoos, si os tratan mal,
burlandoos, si os quieren bien.

Opinion ninguna gana,
pues la que mas se recata
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andais,
que con desigual nivel,
a una culpais por cruel,
y a otra por facil culpais.

Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende,
y la que es facil enfada ?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere,
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas
y despues de hacerlas malas
las quereis hallar mas buenas.

Cual mayor culpa ha tenido
en una pasion errada,
la que cae de rogada,
o el que ruega de caido ?

O cual es mas de culpar,
aunque cualquiera mal haga,
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar ?

Pues para que os espantais
de la culpa que teneis ?
Queredlas cual las haceis,
o hacedlas cual las buscais.

Dejad de solicitar
y despues, con mas razon,
acusareis la aficion
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntais diablo, carne y mundo.

			Sor Juana Ines de la Cruz


				(gracias a Olivier Klaric)