Las U~as Dociles medias los halagan de dia y zapatos de cuero claveteados los fortifican, pero los dedos de mi pie no quieren saberlo. No les interesa otra cosa que emitir u~as: laminas corneas, semitransparentes y elasticas, para defenderse, de quien? Brutos y desconfiados como ellos solos, no dejan un segundo de preparar ese tenue armamento. Rehusan el universo y el extasis para seguir elaborando sin fin unas vanas puntas, que cercenan y vuelven a cercenar los bruscos tijeretazos de Solingne. A los noventa dias crepusculares de encierro prenatal establecieron esa unica industria. Cuando yo este guardado en la Recoleta, en una casa de color ceniciento provista de flores secas y de talismanes, continuaran su terco trabajo, hasta que los modere la corrupcion. Ellos, y la barba de mi cara. Argumentum Ornithologicum Cierro los ojos y veo una bandada de pajaros. La vision dura un segundo o acaso menos; no se cuantos pajaros vi. Era definido o indefinido su numero? El problema involucra el de la existencia de Dios. Si Dios existe, el numero es definido, porque Dios sabe cuantos pajaros vi. Si Dios no existe, el numero es indefinido, porque nadie pudo llevar la cuenta. En tal caso, vi menos de diez pajaros (digamos) y mas de uno, pero no vi nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres o dos. Vi un numero entre diez y uno, que no es nueve, ocho, siete, seis, cinco, et cetera. Ese numero entero es inconcebible; ergo, Dios existe. Laberinto No habra nunca una puerta. Estas adentro y el alcazar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro. No esperes que el rigor de tu camino que tercamente se bifurca en otro, que tercamente se bifurca en otro, tendra fin. Es de hierro tu destino como tu juez. No aguardes la embestida del toro que es un hombre y cuya extra~a forma plural da horror a la mara~a de interminable piedra entretejida. No existe. Nada esperes. Ni siquiera en el negro crepusculo la fiera. (gracias a E M Legon)