El filósofo norteamericano John Dewey decía que "todo avance en la ciencia surge de una audacia de la imaginación".

Pocos hechos pueden ilustrar con tanta precisión este axioma como la formulación de la teoría de la relatividad, que Einstein comenzaba hace exactamente un siglo.

Para conmemorar ese momento -el Annus mirabilis, 1905, en que el genial físico publicó en la revista Annalen der Physik tres trabajos que cambiarían para siempre nuestra visión del mundo-, la Unesco nombró 2005 como el Año de la Física, celebrado en todo el mundo con innumerables actividades.

Los físicos argentinos no estarán ausentes del festejo, que alimenta una nutrida agenda local. Por lo pronto, hoy se inicia el ciclo "El universo de Einstein", que ofrecerá todos los jueves a lo largo del año, a las 19, en el Centro Borges de Galerías Pacífico (www.universoeinstein.com.ar), conferencias de entrada libre y gratuita sobre la vida y las ideas del genio alemán.

El primer conferencista es el doctor Héctor Vucetich, físico y ex investigador principal del Conicet, que actualmente trabaja en el Observatorio Astronómico de La Plata.

Graduado en la Universidad Nacional de La Plata en, como él dice, "la gloriosa década del sesenta", y posdoctorado en París, hoy, a las 19, ofrecerá una conferencia sobre "Einstein y Borges".

"Intentaré discutir la forma en que cada uno trató algunas ideas, como el espacio, el tiempo o el devenir", anticipa.

Vucetich se confiesa particularmente interesado por las relaciones entre la ciencia y la literatura, y aunque admite que es un físico "duro", no un artista, cuenta que es un lector ávido desde la niñez. Entre sus autores favoritos se cuentan Shakespeare, Dostoievsky, Cervantes, Kafka y el propio Borges... "Me gustan mucho los clásicos, pero también parte de la obra de Agatha Christie y de Isaac Asimov, por ejemplo. Los libros de ciencia ficción de este último respetan razonablemente las leyes de la física, aunque, como todo cultor de este género en algún momento tiene que forzarlas."

Vucetich estima que la celebración del Año de la Física puede ayudar a despertar el interés de los legos en la ciencia. "No sé en la Argentina, que es un país un poco analfabeto desde el punto de vista científico -aclara-, pero ciertamente en el resto del mundo. El argentino no entiende lo que es la ciencia y la tecnología, tiene una actitud un poco desconfiada. Y, sin embargo, le están salvando la vida... Ojalá esto esté cambiando, pero durante los noventa los jóvenes se alejaron de la ciencia."

Para el investigador, entre Borges y Einstein hay puntos de coincidencia: tanto la ciencia como el arte son actividades creativas. "Sin embargo -afirma-, una de las características del genio es que es muy individual, y aunque ellos tuvieron visiones distintas del mundo, ambas son muy interesantes. Es de notar que Borges no menciona a Einstein para nada en su obra, aunque sus ideas lo influyeron."

En 1905, Einstein inició varias de las ramas más profundas y originales de la física del siglo XX. "Uno descubre las leyes de la naturaleza por un acto de creación -afirma Vucetich-. En el caso de Einstein, como el de otros genios, hasta sus trabajos equivocados son más creativos que los trabajos correctos de científicos normales."

Por Nora Bär
De la Redacción de LA NACION